Hay evidencia científica de que errar ayuda a aprender más y a salir fortalecido de la caída.
Tomado de https://www.dinero.com/management/articulo/para-que-sirve-fracasar/278991
Expertos de las universidades de Brown, Princeton y de los estados de Arizona y California, después de hacer una serie de experimentos con inteligencia artificial, acuñaron recientemente la regla del 85%. Descubrieron que hay cierto nivel de fracaso permitido y corresponde a 15% de los intentos.
De esta manera, los que logran respuestas erradas en 15% de las veces encuentran el óptimo nivel de dificultad para estimular al cerebro a aprender pronto. Esto quiere decir que un éxito del 85% o lograr acertar en seis de cada siete preguntas o retos es el ideal para aprender. Todo lo que está por encima es muy fácil y por debajo, muy difícil.
Estos hallazgos van en sintonía con investigaciones pasadas que muestran que fracasar no es del todo malo. Un estudio publicado en la revista Nature mostró que fracasar en las primeras etapas de la carrera profesional era mejor porque de las caídas salen personas mucho más fuertes.
Aún más, emprendedores como Simón Borrero, cofundador de Rappi, dicen que es normal fracasar y volver a intentarlo hasta tener éxito. De hecho, señala que en Silicon Valley una hoja de vida con muchos fracasos tiene buen recibo, porque implica que detrás hubo un gran aprendizaje.
Pero no se trata de fracasar por fracasar. Para que traiga beneficios algunos expertos recomiendan unas pautas que ayudan. Como dice uno de los coautores del estudio, Dashun Wang, «si ha tenido que luchar para llegar a donde está, choque esos cinco».
1. No le tenga miedo. La mayoría siempre quiere evitar el fracaso, pero los científicos señalan que hacerlo, especialmente en las primeras etapas de la carrera, es beneficioso. El fracaso, dicen, genera mejores versiones de las personas.
2. Acepte los yerros. No hay aprendizaje si no existe una conciencia de que se fracasó y se asume cierta responsabilidad en ese proceso. Esto ayuda a detectar qué fue lo que sucedió y esa claridad motiva a intentarlo de nuevo.
3. No los esconda. Melanie Stefan, una médica de Escocia se hizo famosa por su hoja de vida de fracasos en la que enlistó los programas para graduados a los que no había sido aceptada. Eso la hizo ver más humana.
4. Hable más del tema. Muchos creen que hablar de los fracasos es para perdedores, pero ante la nueva evidencia se requiere de mayor exposición de estos casos para que la gente entienda que para triunfar hay que trabajar duro.
5. Mejora el ambiente laboral porque humaniza al que lo comparte y lo hace más asequible. Además, incrementa el nivel de envidia buena, lo que motiva a otros a hacer las cosas bien.